viernes, 14 de abril de 2023

agua

 


Toco la gota con la punta del dedo. Deslizamos juntas por el cristal hasta el fin del mundo. Acá estamos ella, la gota y yo coincidiendo en este inminente play. ¿De qué lado de la realidad llueve más? El I Ching me dijo agua en cada hexagrama que estudié en el año y también tuve esos sueños llenos de agua. Escribir es un peligro a veces. La gota late en mi mano un rato soy su madre y carcelera. Me amigo con los mares que atravesé en la presencia de esa gota. Volver a la ventana y abandonarla a su suerte sobre el cristal, dejar que vuele con el viento en hilito… a cambio la pequeña llama crece en la vela,  lentamente. Se produce la alquimia y fluye la gota que ahora flota en la llama que mi mano acuna para abrigarme el alma. Leí el remolino de Liliana Bodoc, que no recomiendo leer a solas. También vi Rashomon, y comprendí la cercanía entre el agua y el fuego en esa escena final  en la que el fuego se ve sobre el agua en una contradicción semántica que trina de belleza. El agua.                                                               

Foto: Gabriela Cammertoni y yo la transformé. 


huella

 


huella.

Cuelo por la ranura que hay entre las piedras las gotas de sudores

Piel que se perfora y va en la deriva cíclica

Gotas de lágrimas que el viento seca y son hilito de sal

Tiro del hilo, lo engancho en un árbol hasta siempre

Me descoso

Esa sombra que se alarga en la calle me desconcierta

Sal, polvo, piedra que se evapora bajo el sol

Me diluyo.

Mirada que dilato, como la pupila que fuera de la oscuridad se obnubila

Me disuelvo en intentos

Las manos derretidas no pueden contener lo que se desarma

Cada día un poco más soy menos eso que era

Me desaguo con la aurora mientras el sol se asoma

El reflejo no reconoce la ausencia de huellas

Desintegración en vuelo lento

De todo menos olvido

De todo menos cenizas

Me deslenguo cuando las palabras forzadas son silencio

El eco que mi voz tenía se ha fragmentado

Lo que era cuerpo es figura

Lo que era cántaro es rendija

Las imaginaciones son todas mías y las mujeres metálicas de ella

Donde había certezas hay preguntas

Me diluyo.

Vuelve el desierto que no es metáfora a recordarme la insignificante obra humana

El sueño se desvanece y no es tremenda la soledad que deja en el hueco

Camino hasta sentir el suelo que hierve bajo los pies hasta elevarme

No es tan duro el suelo cuando se abren las grietas y derramarse es una aventura

Me disuelvo como un pigmento bajo la lluvia

Disuelta.