jueves, 6 de febrero de 2014

Hombre soslayado y aturdido


A tu pile le hago el juramento
No creas que te olvido porque no te miro
Si me sientes despiadada acaso es medianamente cierto
En tu escuela lo he aprendido
Un encierro te turba las manos y
Los ojos, dónde los dejaste amor mío
Así todo todo tullido igual te espero, no en el olvido
Hay arcos más grandes que el silencio
De tu palabra y a tu palabra me confió
Soy eso que quieres y todo lo contrario
Pero tal vez sea lo mismo
Un año de tu ausencia, el bordado
El caracol también enseña sus virtudes
No hay temor que paralice mi andadura
De mí no vale la pena hablar mucho,
si hasta yo de mí misma me olvido.
El caracol es más sabio y vivirá más en tu
acento mullido, mira al caracol que adentro
Tiene un único sentido.


Sabes que escucho tu síndrome indolente
A las altas mares he echado sin sal tu alegría
A la vuelta de las rocas carcomidas encontraré
Lo que tus huesos me han negado estos días
Me amordaza tu ansia de soñar en pretérito imperfecto
Y esto también es palabrerío huero.
Huero tu nombre y el mío
Huero tu testículo y el mío
No creas que me masculinizo para ufanar tu esencia
He vuelto de la cultura atardecido
Y dices que ser mujer me ha sobrevenido identidad fingida
Y dices otras cosas más que son necias
Unas manos que abrazan los tobillos
No quiero tener ese privilegio, lo cedo entero a
Tus demonios pero a ellos jálalos por el cuello
Y será más fácil que abrazarme el pie desnudo
No hay poética en mis trazos de lápiz negro
No me has dejado ni ese espacio para inaugurar silencios por escrito
No hay euforias ni alegrías falsas
No hay otras cosas que podrías haber traído.
En ese deshacer eternizo una plegaria que no creo cierta
Por ningún lado, cuento las sílabas y las letras se me escapan
No sé contar las rimas del latín escrito
No escribo poesía porque no entiendo la música
Que desacompasada con tanto ahínco
Los rituales de silencio me aturden las manos
Por eso no escribo poesía hermética
De romances qué he de hablarte
si antes los has dicho todos con tu nombre
no me queda camino para abrir juego
pero el caracol me sigue enseñando su virtud.


Encontré el punto equidistante que buscaba entre las dos versiones de la manada, Jesús inacabado
Judas en la búsqueda incesante de la lucidez humana.
Ni uno ni otro han dado con la llave que hay dentro del símbolo arcaico, ambos han expulsado lo que dentro había al abismo inmaterial de los días
De los hombres hechos a imagen y semejanza todos han descorrido el velo.
Se ha perdido la tragedia se han limpiado los restos, ahora, el pequeño que mira al horizonte esta ciego, los hombres ciegos de la biblioteca infernal han salido, ahora deambulas por las calles sin ayuda, sin pedir ayuda, sin lastima por si mismo.
Las claras marcas de las pieles oscuras salen por el ojo de la cerradura y ellas con sus miradas áuricas describen lo que otros preferían sentir a ciegas.
No hay palabrerío huero, no confío en tu mano poderosa, te has vuelto un sueño de mendigo y ahora estoy atada a esa rosa, hay un castigo, puedo presentirlo, pero sé que eso no tiene murmullos, los ojos los ojos en las manos están abiertas de cada día una tiene su sustento, crees que traiciono la piel que te cubre, pero no lo hago, no es traición de pura madre sino de sueños de ver lo intangible, la traición tiene una moneda que no paga nada, cuando el sol está en la cerca la mirada es la que dicta cómo, cuándo y dónde. Crees que estoy loca, que estoy  diletante, que me aturden los demonios, pero no, no, sólo estoy en los días lúcidos del mes.
Dices que la palabra desvaído es una traición a mi nombre, y no creo que sea cierto un miedo que va por carriles separados. No escribir la palabra nada ni siempre en ninguna lapida porque no tiene el menor sentido. Encuentras en tu mano los augurios y pones una mancha de sangre en tu frente, sales como otros han salido al combate a pelear un sueño indiferente. Este era nuestro y lo hemos roto, por mirar a espaldas de lo que es prudente, la intimidad rota no es la mía, sino la que creías que tenías entre mano, yo te explicaría con premura los detalles que oscuros te parecen pero es imposible que comprendas con las vendas que tienes puesta, son las del miedo mas oscuro, el miedo a pedir ser amado, el miedo a no amar ese es el temible, el único que tiene fundamento.
Porque puedo presentir tu furia y siento un miedo poderoso no comprendo cómo ha podido la loba criarte con tanta hostilidad palmaria, yo te hubiera amado como a un cielo, pero lo hemos perdido, la furia que sale de tus venas se parece a la belleza de tus ojos la furia y la belleza es un buen titulo para una vida laboriosa, para una fabula para un cuento pero no para una tortura compartida en encuentros.



Mata al bicho que te come las palmas
No vivirá si le das con la mirada
Hombre que en ti se anida el paño
En el sueño ya no andarás seguro
En tu gran plataforma se dibuja
Un halo más amarillo que el astro
Y mi asombro no cesa de proyectar en ti todos los nombres
Eres como el sueño pero de barro
De lágrimas eternas te has mojado suficiente
No encuentras un alivio que sustente
Y dueles como otros se miran la frente
Eras demasiado para ser vos mismo
Es cierto, un hombre tan amplio no cabe en un río
El rio corre hacia abajo y en cambio
Has buscado la pendiente en sentido contrario
Ya has hecho todo el camino solo, deja que te tienda la mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario