miércoles, 12 de noviembre de 2014

Aurora boreal

Aunque la eternidad es uno de los nombres de esa trampa humana/ La elevación atraviesa como un rayo y prosterna/ El árbol muerto tirita de dolor y no sospecha que la savia de la vida lo siga estremeciendo/ Y todo se dilata / Como una llamarada de divinidad sólo que no es más que la misma humanidad que acontece/ Son las raíces las que crujen porque saben de la sed más que cualquier rama incinerada por la siesta/ Desde lo abierto algo emerge silencioso / Encumbra sus filamentos / Hay más allá que el sol, hay infinito crecimiento/ Hay infinito como palabra y como galaxia/ El árbol lo presiente desde siempre aunque oculta sus verdades / Cela su saber porque sabe de lo indecible/ Convierte en invisible el filamento que une raíces a estrellas fugaces/ Aura que todo impregna y vuelve agua vuelve nube vuelve lluvia que riega lo muerto/ Es eso humano que descubre su sí mismo en su esplendor lo que construye al árbol como vivo o muerto/ Es la luz un factor del ojo / Todo lo que era piedra o tierra encuentra su propio alumbramiento bajo la sombra verdecida que ahora tiene y guarece su eterna primavera/ Es la luz que lucifica intermitente / Es sol estrella luna tema poético y burla las mentes/ Es la luz que arde y extingue la que ríe de la insolencia humana/ Es la luz que brilla/ La que jala los filamentos de las raíces y liga lo que nunca estuvo atado/ Es luz que destella y enceguece/ La que reverdece lo seco/ Es la luz del silencio blanco que todo lo ennoblece/ La que vuelve vivo al árbol muerto e impulsa a la flor con fragancia luminosa.

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